Andador de bebé

Sobre el andador de bebé suele existir una gran confusión de terminología con respecto a lo que es, en comparación con un correpasillos y un taca taca o tacatá. Son tres artículos diferentes que se basan en ofrecer una ayuda divertida para que el niño se desplace por una superficie lisa, pero como veremos a continuación tienen claras diferencias. ¿Son todos estos artículos buenos para ayudar al niño a caminar? Los pediatras y traumatólogos recomiendan algunos de estos juguetes, mientras desaconsejan el uso de otros. Veamos a continuación las diferentes descripciones de lo que son cada uno de ellos y para lo que sirven.

El taca taca es un armazón circular con un asiento y con cuatro patas con ruedas que puede usarse entre los 6 y los 15 meses de edad y, nunca después de los 18 meses. El taca taca, tiene muchos detractores, ya que se ha constatado que no ayuda al bebé a aprender a andar, aunque es cierto que fortalece las pantorrillas y los tobillos del niño. Debe utilizarse con moderación y sólo de forma esporádica.

Sin embargo, el correpasillos y el andador para bebés, según pediatras y traumatólogos, son mejores artículos a la hora de estimular el caminar del bebé. El andador es un carrito con cuatro ruedas en el que el bebé se apoya y va empujando a la velocidad que desee, consiguiendo el andador que mejore la estabilidad del niño cuando se encuentra de pie. El correpasillos es un vehículo en el que el niño va sentado y avanza impulsándose con los pies. Ambos productos favorecen la motricidad del niño y le permiten ganar confianza al encontrarse más estable.

Andadores para bebé y correpasillos ¿Para qué sirven?

El correpasillos está diseñado para que el niño lo utilice a partir de los nueve meses de edad, y sirve para que éste comience a desplazarse impulsándose con los pies cuando ya es capaz de sentarse por sí solo y dar sus primeros pasos, momento en que ya no le será tan necesaria la hamaca. Como es habitual que los niños sufran caídas en este proceso de aprendizaje de su vida, hay que tener en cuenta que los correpasillos cumplan la normativa europea que regula las características sobre seguridad que debe tener este producto. También deberemos tener en cuenta que sus bordes y esquinas sean redondeados, que la altura del asiento en la posición más baja sea como mínimo de 18 cm. y que sea muy estable y resistente, para evitar de esta forma vuelcos.

Los andadores de bebé sirven para que cuando el bebé aún no es capaz de mantener el equilibrio le ayude a dar sus primeros pasos, por lo que también podrá ser usado aproximadamente desde los 9 meses de edad, cuando el bebé ya es capaz de sentarse y ponerse de pie por sí solo. Si el bebé todavía no se pone de pie con facilidad y tiene parque de juegos, se le pueden acoplar al mismo unas correas a las que el bebé se puede agarrar para ayudarle a ponerse de pie y acostumbrarse a la verticalidad.

Qué tener en cuenta a la hora de comprar un correpasillos o un andador de bebé

Conviene que tengamos en cuenta una serie de factores básicos antes de comprar un andador para bebé o un correpasillos:

Edad del niño

Hay que valorar siempre la edad de nuestro hijo. Tanto los correpasillos como los andadores están diseñados para bebés que tengan entre 9 y 18 meses de edad. Esto es debido a que es a los 9 meses cuando los bebés ya se encuentran lo suficientemente desarrollados muscularmente como para poder mantenerse en pie, es decir, aunque no sean capaces de andar, sí que podrán ponerse de pie agarrándose a algo. Antes de esta edad el riesgo de caída es muy elevado y por tanto no se recomienda el uso del andador ni del correpasillos.

Asa para los padres

Este elemento solo es posible tenerlo en el caso de los correpasillos. Es un accesorio muy útil, ya que de esta forma los padres pueden ayudar al niño a desplazarse empujándole desde atrás.

Sonidos y luces del andador

Muchos andadores y correpasillos cuentan con sonidos, melodías, luces y centros de actividades, lo cual les encanta a los pequeños. Muchos de estos centros de actividades, sobre todo en el caso de los andadores, son extraíbles y el niño también puede jugar con ellos sentado, alargando la vida útil del juguete, ya que una vez que el niño ya no necesite de andador podrá jugar con el centro de actividades del andador.

Estabilidad

Un aspecto de seguridad fundamental que deben cumplir tanto andadores como correpasillos, ya que estos son el apoyo del niño mientras aprende a caminar.

Que cumpla con la normativa

Para garantizar que el correpasillos o andador cumple con todas las medidas de seguridad necesarias, deberemos comprobar que cumple con la normativa europea vigente y que lleva marcado el sello CE.  

Diseño y calidad

Tanto el andador como el correpasillos deberá tener los bordes redondeados y ser de un material resistente.

Piezas del andador

Es importante que el andador no contenga piezas pequeñas. Es básico que no se puedan desprender piezas pequeñas que el niño pueda ingerir.

Ventajas de los correpasillos y andadores

Tanto correpasillos como andadores se consideran buenas opciones cuando el bebé ya se pone de pie solo con seguridad, apoyándose en objetos cotidianos de la casa. Posteriormente, cuando el  niño ya ande correctamente y sin ayuda de nada, podrá dejar el andador y jugar con juguetes que rueden y de arrastre. Mientras llega ese momento, los andadores y correpasillos para bebés le ofrecen diversas ventajas. Veamos a continuación algunas de las más importantes:

• Un andador para bebés es un carrito que el niño va empujando a la velocidad que desea en todo momento y que mejora su estabilidad en la marcha.
• El andador incentiva la coordinación y equilibrio en el niño.
• Ayudan a fortalecer los músculos del niño, ya que son un buen entrenamiento antes de andar.
• En el correpasillos el niño va sentado y avanza con facilidad impulsándose con los pies, lo que le divierte mientras hace ejercicio al mismo tiempo.
• El niño puede usar el andador o el correpasillos para pasear a sus muñecos y para guardar sus juguetes, piezas de construcción, etc. De esta forma, además de favorecer su evolución motriz, le sirven para el juego simbólico y alargan su vida útil.

Ventajas del taca taca

Hay padres que se decantan por el uso de un taca taca para su hijo debido a que:

• Brinda al niño libertad de movimientos, lo cual hace que esté contento, le emocione, le divierta mucho y le permita explorar, investigar y moverse por toda la casa, convirtiéndose en una experiencia única y fascinante para él.
• Los niños muy activos encuentran en el tacataca el juguete ideal para liberar toda su energía, siendo una especie de bicicleta para bebés.

Desventajas del taca taca

El taca taca era un artículo que hace muchos años se encontraba en casi todos los hogares en los que había un bebé pero hoy en día se utiliza mucho menos en comparación con los andadores y correpasillos. Esto se debe a una serie de desventajas que ofrecen frente a los otros dos juguetes de los que hemos hablado anteriormente:

• Obliga al niño a permanecer sobre las puntas de los pies, una posición anómala que no es beneficiosa.
• Retrasa el momento del gateo, un movimiento que es muy importante en el bebé ya que es preparatorio para caminar.
• Impide al niño experimentar caídas lo que hace que el tacataca no ayude a desarrollar correctamente los sentidos del equilibrio y de la prudencia.
• El niño puede sufrir accidentes a consecuencia por choques o vuelcos de este juguete, ya que las ruedas y el poco control que tienen los niños pueden provocar caídas desde alturas, golpes en la cabeza y demás accidentes.
• No enseñan a caminar: el proceso mental de un bebé para que aprenda a caminar no se puede forzar. Los bebés aprenden primero a sentarse, luego a arrastrarse y gatear y finalmente se ponen de pie y caminan. Además, cada niño tiene su propio ritmo y pasan de una etapa a otra cuando están preparados para hacerlo. Por esto, por mucho que coloquemos a un bebé en un tacataca no aprenderá a caminar de ninguna forma, ya que no será capaz de coordinar los movimientos. En lugar de enseñar a caminar, el tacataca puede llegar a retrasar el inicio de la marcha.
• Altera la relación del niño con el espacio que le rodea, ya que impide que éste pueda ver sus propios pies en movimiento.
• Pueden llegar a alterar el desarrollo natural de las piernas y la espalda. El niño no está preparado para aprender a caminar con las piernas separadas, tal y como obliga el andador. Por este motivo, al no ser natural, obliga a tener posturas y movimientos forzados.
• Puede generar problemas en las rodillas y en los pies de los niños.
• Como pueden desplazarse a lugares que sin el tacataca no podrían hacerlo, tienen un mayor riesgo de tener accidentes más graves como caídas por las escaleras, además de una mayor exposición a quemaduras y heridas con objetos punzantes.