El vigilabebés, intercomunicador de bebé o cámara de vigilancia de bebé, es un aparato muy útil que nos permite estar pendientes de lo que pasa en la habitación del bebé sin necesidad de estar a su lado.
Aquí encontrarás una amplia gama de vigilabebés que puedes comprar, pero si buscas información en la parte inferior de la página encontrarás más datos y consejos a tener en cuenta sobre los intercomunicadores.
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Comprar un vigilabebés es quizás una de las mejores cosas que se pueden hacer dado que es una las compras que más van a amortizar las familias con el paso del tiempo, ya que el intercomunicador puede ser usado hasta que los niños son más mayores porque no sólo se puede usar ante lloros del bebé o movimientos extraños que podamos captar por la cámara de vigilancia, sino también como medio de comunicación por si el niño nos tiene que llamar por la noche y estamos en una zona alejada de la casa.
En la actualidad, los vigilabebés no solo nos permiten tener un contacto auditivo con el bebé, sino que también nos permite tener un contacto visual e incluso interactuar con él, hablándole, poniéndole luces, canciones, etc. Para los papás, los vigilabebés son una importante fuente de tranquilidad que posibilita que realicen otras tareas o dormir, sin dejar de prestar atención a su hijo mientras éste está en la cuna o en la hamaca para bebé.
Existe una amplia variedad de vigilabebés, intercomunicadores o monitores de bebés en el mercado, analógicos, digitales, con cámara, con batería, bidireccionales, con luz y música, etc. El precio de estos aparatos variará mucho en función de las prestaciones que tengan, ya que no es lo mismo un intercomunicador de bebés con cámara que uno sin ella, o uno con wifi que nos permita ver al bebé desde cualquier punto del planeta frente a otro que no lo tenga.
A continuación veremos con mayor profundidad los diferentes tipos de vigilabebés existentes y que debemos tener en cuenta a la hora de decantarnos por la compra de un determinado modelo u otro.
Un vigilabebés está compuesto por dos aparatos, uno emisor y otro receptor, que funciona con pilas o a través de la red eléctrica. El emisor se coloca cerca del bebé, enviando sonidos y en algunos casos también imágenes de forma inalámbrica del niño hasta el receptor, que es el aparato que tienen los padres a su lado.
Los vigilabebés cada vez más cuentan con mayores prestaciones, como por ejemplo con cámara de vigilancia para ver al bebé en todo momento incluso con la luz apagada, luz nocturna, música, alarma cuando se pierde la cobertura, proyección de imágenes en el techo o en la pared, conexión a internet, etc.
Hasta hace unos años, algunos intercomunicadores no funcionaban correctamente debido a las interferencias, pero en la actualidad es realmente complicado encontrar un vigilabebés que emita un sonido deficiente o sufra de interferencias. Por eso, a la hora de decantarnos por comprar un determinado vigilabebés u otro, deberemos tener en cuenta aspectos como el tipo de señal que queremos que tenga (analógica o digital), si queremos que tenga o no cámara de vigilancia para ver al bebé, qué alcance de señal necesitamos, si queremos que lleve pilas o no, si queremos que el vigilabebés comprado aporte funciones extras como música, luces, termómetro para saber la temperatura de la habitación del niño, etc.
La primera clasificación más básica de vigilabebés, los diferencia entre modelos analógicos y modelos digitales. Los primeros son los más sencillos y baratos, pero tienen el problema de que son sensibles a las interferencias de otros aparatos del hogar o incluso de otros intercomunicadores de vecinos. Por este motivo, estos vigilabebés deben ofrecer bastantes canales para poder evitar las interferencias.
Debido a ésto, actualmente, la mayor parte de los vigilababés son digitales, para evitar de esta forma, los problemas de interferencias o ruidos molestos.
Los diferentes tipos de vigilabebés digitales son los siguientes:
Son los más clásicos y funcionan transmitiendo audio desde el aparato emisor al receptor. Algunos de ellos se activan por ruido y otros transmiten permanentemente. Son muy útiles los modelos que permiten que la comunicación sea bidireccional, es decir, que sea posible tanto escuchar como poder transmitir nuestra voz.
Hay padres que eligen sistemas de vigilancia con sensores de movimiento, para que les alerte en el caso de que el bebé deje de respirar. Esos sistemas pueden estar basados en componentes físicos como por ejemplo mediante la colocación de un sensor bajo el colchón, o bien directamente utilizan un software que analiza las imágenes que van grabando y determina si la respiración del pequeño está dentro de la normalidad. Son muy demandados por padres de bebés prematuros y de bebés con problemas de salud.
Una innovadora forma de controlar a nuestro bebé son los intercomunicadores son cámaras que graban sonidos e imágenes que podemos ver en tiempo real desde cualquier dispositivo con acceso a internet, como el ordenador, el móvil o una tablet.
Muchos vigilabebés, independientemente del tipo que sean, ofrecen una serie de extras, como por ejemplo la posibilidad de emitir música, proyectar imágenes, medir la temperatura de la habitación, etc.
Debido a la gran cantidad de tipos de vigilabebés que existen en el mercado, es importante determinar qué tener en cuenta a la hora de comprar un vigilabebés, ya que cada familia tiene sus necesidades y preferencias específicas.
Veamos a continuación algunos factores importantes que debemos contemplar antes de la compra de un determinado tipo de vigilabebés:
Debemos en primer lugar establecer qué tipo de monitor de bebés queremos, si analógico o digital. En el primer caso, tienen más interferencias pero son mucho más económicos, mientras que en el segundo caso las interferencias se evitan gracias a conexiones más seguras.
Hay que cerciorarse de comprar un monitor de bebés que cuente con suficientes horas de autonomía sin estar enchufado.
Algunos modelos de vigilabebés están siempre encendidos, mientras que otros se activan solo cuando perciben un sonido o movimiento. Conviene que el aparato tenga esos sensores, ya que así el consumo es menor y se evitan ruidos constantes.
Es básico conocer qué distancia de alcance necesitaremos que cubra el vigilabebés que queremos comprar, ya que los hay con un alcance básico de 100 metros o bien otros que llegan hasta los 400 metros de alcance. En un piso, con 100 metros de alcance tenemos suficiente, pero si salimos de ese entorno y nos alojamos en una casa más grande, o de varias plantas, nos quedaríamos cortos. Por este motivo siempre conviene decantarse por un vigilabebés que tenga el máximo alcance posible en función de lo que necesitemos ya que no es muy agradable que después de la compra del vigilabebés nos demos cuenta de que la señal no llega correctamente.
Hay modelos que tienen que estar siempre enchufados a la corriente eléctrica, mientras que otros pueden funcionar con batería recargable o con pilas. En estos dos últimos casos, es importante saber qué autonomía ofrecen y que tengan un indicador para medir el nivel de carga.
Existen diversas opciones de vigilabebés con vídeo. Hay cámaras que giran 360º y tienen zoom, hay pantallas de diversos tamaños, en color o en blanco y negro, con visión nocturna de infrarrojos, etc.
Conviene que el vigilabebés tenga esta alarma, para que de esta forma, si la unidad parental sale del espacio de cobertura, suene una alarma que indique que se ha perdido el contacto con la unidad del bebé.
Algunos vigilabebés ofrecen esta función que permite localizar el dispositivo de los padres cuando lo hayamos perdido de vista, mediante un pitido.
Esta es una función muy útil. Si alguna vez no oímos los ruidos que emite la unidad receptora porque estamos con la música alta o porque estamos charlando con alguien con el volumen del aparato bajado, tenemos la posibilidad de recibir señales luminosas en el aparato que nos indican que el bebé está emitiendo sonidos. Cuando más elevados sean los ruidos, más intensa será la luz.
Función también muy útil que nos permite comunicarnos con el bebé sin necesidad de acudir a su lado. Muchas veces, lo único que un bebé necesita es oír la voz de sus padres para tranquilizarse.
El vigilabebés tiene en este caso un termómetro que avisa de cuando la temperatura baja o sube demasiado del rango ideal.
Es una pequeña luz que proporciona un brillo de baja intensidad que aporta seguridad al bebé y que nos permite verlo a oscuras. Puede activarse a distancia desde la unidad de los padres.
Algunos vigilabebés brindan la posibilidad de poner a distancia diversas melodías que saldrán por el aparato emisor y que tranquilizarán al bebé en su habitación.