Bañera de bebé

La compra de la bañera para bebé es un tema que requiere de bastante tiempo, ya que es necesario estudiar todas las opciones que nos ofrece el mercado en bañeras de bebé y ver cuál es la que más se adapta a las funcionalidades que más nos gustan y al espacio del que disponemos en el hogar. La bañera del bebé es el principal artículo relacionado con la higiene de nuestro hijo y algo que se usará durante un periodo de tiempo muy corto, desde el nacimiento hasta que el bebé se mantiene sentado por sí mismo, pero que conviene adquirir por múltiples razones que veremos a continuación.

Actualmente, en el mercado, encontramos una gran variedad de bañeras para bebés, de todas las formas y colores, de distintos materiales, estilos, tamaños, alturas, precios, hinchables, plegables, con o sin cambiador, en mueble, etc. Por este motivo hay que ver exactamente qué es lo que necesitamos, para hacer que el ritual del baño sea lo más cómodo y relajado posible, tanto para el bebé como para los padres.

A continuación intentaremos ayudar a los padres a conocer mejor las diferentes opciones y características de las bañeras para bebés, así como algunos consejos y recomendaciones interesantes a la hora de bañar a los pequeños.

¿Qué es una bañera para bebés y por qué tenerla?

Una bañera para bebés es una pequeña bañera de plástico u otro material similar, específica para bañar a los niños recién nacidos hasta que pueden mantenerse sentados por sí solos. Las hay de diferentes tipos y características, así que tendremos que elegir la que más se ajuste a nuestros gustos y necesidades. En el caso de las bañeras para bebés, su funcionalidad y seguridad serán los factores más importantes a la hora de decantarse por un determinado modelo u otro.

Es muy positivo tener una bañera específica para bebés en casa, ya que desde que el niño nace el baño se convierte en una actividad diaria relajante que marca rutinas de sueño muy importantes. Además, mediante el uso de la bañera para bebés, reducimos el riesgo de ahogamiento del niño mejorando la seguridad, por este motivo es muy importante su utilización correcta así como conocer cuáles son las opciones de bañeras para bebés disponibles en el mercado.

Tipos de bañeras para bebés

Existen muchos tipos de bañeras para bebés, veamos a continuación algunas de las más demandadas:

Bañera de bebé adaptable al lavabo

Son bañeras totalmente adaptables tanto a lavabos de baño como a fregaderos de cocina. Este tipo de bañera es bastante cómoda porque los padres no tienen que agacharse y porque se vuelcan para vaciarse directamente en el lavabo.

Bañeras plegables extensibles para plato de ducha

Estas bañeras nos permiten convertir con mucha facilidad el plato de ducha en una pequeña bañera. Al ser plegables se pueden guardar en cualquier lugar y al ser extensibles, mediante sistema telescópico, se adaptan a la medida del plato de ducha. Su estructura es de aluminio y el tejido es desmontable y lavable.

Bañera plegable hinchable

Este tipo de bañera para bebé es ideal para usar tanto en casa como para cuando vamos de viaje. Una vez plegada, el espacio que ocupa es mínimo.

Bañeras rígidas plegables

Esta bañera lleva una base antideslizante y viene provistas de tapón de drenaje para facilitar su vaciado.

Bañera plegable textil

Son muy fáciles de recoger y transportar, ocupando muy poco cuando están plegadas. Normalmente esta bañera se adapta al cuerpo del niño para un confort mayor. La única pega es que al ser bañeras textiles, no soportan mucho peso y, la mayoría de ellas, solo las pueden utilizar niños de 0 a 12 meses.

Bañeras adaptables a bañeras de obra

Estas bañeras llevan unas patas metálicas regulables en altura que se adaptan a cualquier bañera de adulto, independientemente de su tamaño.

Cómoda con bañera y cambiador

En un único mueble tenemos tres, una cómoda con cajones para guardar los artículos del bebé, una bañera y un cambiador de bebés. Esta bañera suele estar ubicada en la habitación del bebé como un mueble más. También suelen incorporar ruedas por lo que se pueden trasladar al cuarto de baño en el momento del baño, aunque no es algo muy cómodo de efectuar debido a su peso y tamaño. Generalmente la bañera se ubica justo bajo el cambiador, el cual se desplaza para acceder a la bañera, de manera que una vez se termina el baño se puede sacar al bebé del agua, reubicar el cambiador y secarle directamente allí, lo que lo hace muy cómodo.

Bañera con soporte

Estas bañeras tienen patas (plegables o no) y son ideales para ubicarlas sobre el bidé y de esta forma ahorrar espacio.

Cubeta

Es la bañera convencional de siempre, sin ningún tipo de estructura. Actualmente en el mercado podemos encontrar las “cubetas evolutivas”, que son anatómicas y permiten colocar al bebé tumbado desde su nacimiento y en el momento que es un poco más mayor, le podemos colocar sentado en el otro lado de la bañera. Para que sea cómoda de usar, hay que colocarla en una superficie elevada. Están provistas de protectores antideslizantes para que el bebé no se resbale.

Bañera cónica o con forma de cubo

Conocidas también como bañeras anticólicos, están diseñadas para que el bebé adopte una posición similar a la que tenía dentro del útero materno. Estas bañeras ofrecen asas ergonómicas para su cómodo transporte, son fáciles de limpiar, son ligeras y cuentan con base antideslizante. Además, son especialmente recomendadas para bebés prematuros, ya que permiten el baño en posición fetal.

Hamaca para bañeras

Si queremos aprovechar la bañera de casa, existe en el mercado una pequeña hamaca de diseño ergonómico que se introduce directamente en la bañera y en la que se puede bañar cómodamente al bebé. Llevan habitualmente patas con ventosas para mantener la estabilidad dentro de la bañera.

En conclusión, y tal y como podemos comprobar, en la actualidad el mercado de las bañeras para bebés es muy amplio, encontrando una amplia variedad de modelos para todos los gustos, necesidades y bolsillos.

Consejos del baño del bebé

Si somos padres primerizos enfrentarnos al primer baño nuestro hijo es un momento realmente crítico. Una vez que le hayamos bañado varias veces, comprobaremos que no sólo es sencillo si se siguen una serie de pautas, sino que también es un momento íntimo y relajante de relación entre padres y bebé.

La primera duda que surge es con cuánta frecuencia debemos bañar al bebé, ya que hay opiniones para todos los gustos. Si nos basamos únicamente en criterios de limpieza, un bebé de pocos meses necesita como mucho un baño una o dos veces a la semana, ya que apenas se ensucia hasta que no comienza a gatear y a que siempre que hacemos un cambio de pañal le limpiamos la zona genital. Pero sin embargo, si de lo que hablamos es de generar hábitos y rutinas, es conveniente bañarle una vez al día justo antes de su última toma y antes de acostarle, ya que de esta forma el bebé asociará que es hora de dormir a la vez que le relajará.

Hay que destacar, que antes de que se le caiga el cordón umbilical es mejor no sumergir al bebé por completo en el agua, ya que retrasará el proceso de secado de éste y tardará más en caérsele.

Para disfrutar al máximo del momento del baño con tu bebé conviene tener en cuenta una serie de consejos:

• El cuarto de baño debe tener una temperatura adecuada, sobre todo en invierno, recomendándose que tenga una temperatura de al menos 24 grados centígrados.
• Deberemos tener todo lo que vayamos a necesitar durante el baño a mano, como toalla, jabón, esponja, pañal, crema, etc... y cualquier elemento de higiene que vayamos a utilizar, ya que no se puede dejar bajo ningún concepto, al bebé solo en la bañera.
• El agua no debe estar fría ni quemar, deberá estar a una temperatura aproximada de 32 grados centígrados. Para comprobarla podemos utilizar un termómetro de baño.
• La bañera deberá estar llena con 5 a 7 cm. de agua, no es necesario llenarla más.
• Durante el baño hay que mantener siempre sujeta la cabeza del bebé, utilizar un adaptador para cuando son muy chiquititos es una idea genial y nos permitirá mejorar la seguridad del baño, ya que éste artículo sujetará a la perfección la cabecita del niño. Si no disponemos de adaptador, deberemos colocar un brazo a la espalda del bebé de forma que éste apoye su cabeza en el antebrazo, sosteniéndole por la axila y hombro.
• De vez en cuando hay que verter un poco de agua sobre el cuerpo del bebé para que no se enfríe.
• El lavado se tiene que realizar desde arriba hacia abajo, comenzando por la cabeza y acabando en la zona genital. Las zonas donde más se suele acumular suciedad y sudor son el cuello y la zona de la piel con pliegues, como axilas, ingles, etc.
• Hay que utilizar para bañar al bebé un jabón neutro y una esponja natural o nuestra propia mano, debido a que la piel del bebé es muy delicada.
• Al sacarle de la bañera le colocaremos sobre el cambiador con su toalla y deberemos secar muy bien todo el cuerpo, especialmente entre los pliegues, nunca frotando, y preferiblemente con toallas de algodón.