Mindfulness para niños


Los ejercicios de mindfulness para niños pueden serte especialmente útiles si piensas que tu hijo se distrae con una mosca, que no presta atención a nada, que no puede concentrarse en las tareas que lleva a cabo, que empieza un juego y lo deja a medias para empezar otro, que está nervioso con asiduidad..., en este caso, puede que las técnicas de mindfulness (traducido como atención plena) sea el comienzo de un cambio que ni imaginabas que podría ocurrir. El mindfulness para niños es una nueva tendencia que consiste en la práctica de la meditación, lo cual provoca efectos muy beneficiosos en el niño, tanto a nivel físico como psicológico. Además, también se le considera muy bueno para que los niños aprendan a gestionar el estrés y a reducir las emociones negativas.

Mindfulness para niños

Cada vez son más los colegios y guarderías de España que han implementado el mindfulness como una actividad más en la jornada escolar ya que se ha comprobado que los niños que practican mindfulness son más capaces de enfrentarse a situaciones de estrés, de ser empáticos con los demás y de no dejarse llevar por emociones negativas como la ira. Veamos a continuación en qué consiste el mindfulness y cuáles son los beneficios para los niños que aporta su práctica.

¿Qué es el mindfulness para niños?

El mindfulness, aunque hoy en día es plenamente usado por la psicología, surge de la meditación de origen budista basada en la consciencia plena. A través del mindfulness se quiere que el niño tome consciencia de la realidad que le rodea, que pueda vivir en un estado de atención plena con el mismo y con el entorno, percibiendo todas las sensaciones y emociones de su alrededor. Es dejar a un lado las preocupaciones y los sentimientos negativos para centrarse en el aquí y ahora. Entre los diferentes beneficios La técnica mindfulness brinda relajación física y mental, reduciendo emociones negativas y ayudando a gestionar el estrés y los pensamientos pesimistas y negativos.

Desde hace muchos años en nuestra sociedad se practica el yoga como una forma de llevar a cabo la atención plena mediante el movimiento físico. Al contrario que el yoga, el mindfulness no require de movimientos ni posturas, por lo que se trata de una manera de llegar a la atención plena de forma más "básica"

Beneficios de que los niños practiquen mindfulness

La psicología recomienda la práctica del mindfulness en niños ya que sólo aporta cosas positivas porque hace que se desarrolle el control de su atención, mejorando de forma notable en la gestión de sus emociones, haciéndole vivir el presente desde un estado de calma y consciencia total y por tanto generando un mayor bienestar.

Algunos de los beneficios más importantes del mindfulness para niños son:

Mejora el equilibrio emocional

Nuestros hijos aprenden a sentir y entender sus pensamientos y emociones como algo normal y que pueden gestionar. Entienden que ellos están por encima de su emoción o su pensamiento y que si por ejemplo están tristes, no pasa nada. Esto es una herramienta de gran utilidad para su desarrollo personal a lo largo de su vida.

Desarrolla la capacidad de resiliencia

La resiliencia es la capacidad que tienen para recomponerse tras una mala experiencia o un mal sentimiento, aprendiendo a centrarse en el momento presente, no viviendo con angustia el futuro ni recordando con añoranza el pasado.

Mejora su atención.

Lo cual les convierte en personas más eficaces y con mayor rendimiento académico. También les beneficia para aprender a disfrutar de cada momento de la vida, siendo plenamente conscientes de cada instante vivido.

Mejora la autobservación y el autoconocimiento.

Aprenden a conocer a fondo todas sus capacidades, fortalezas y limitaciones.

Desarrolla el altruismo, la bondad, la empatía y la compasión

Desarrolla dichas capacidades hacia los demás, así como hacia uno mismo.

Aprenden a frenar su mente.

Les ayuda a gestionar y frenar muchos pensamientos negativos, lo cual hace que se reduzcan problemas fisiológicos.

Mejoran su autocontrol

La mejora del autocontrol les hace más reflexivos y menos impulsivos. Aprenden a frenar los sentimientos que les llevan a comportamientos no deseables.

Mejora la salud del corazón

Ya que su práctica reduce la presión arterial, la frecuencia cardiaca y la activación de las hormonas del estrés.

10 ejercicios de mindfulness para niños

El mindfulness en los niños se puede practicar a partir de los tres años, ya que los diversos ejercicios que se realizan se van adaptando en función de la edad del pequeño.

Lo ideal en el caso de los niños es dedicar de 15 a 30 minutos al día, en un lugar sin demasiado ruido y con una temperatura agradable.

Antes de empezar, se hará un repaso mental por todas las partes del cuerpo, para ver si están lo suficientemente relajados y centrándose en la respiración. Para ayudar a que esta tarea sea más fácil se le dice al niño que visualice un lugar o momento en el que se sientan felices y tranquilos. Se les enseña la postura de "Mente Atenta", que es la postura de meditación en la cual se fija la atención en la respiración. Esta es la postura correcta que deberán mantener siempre en las sesiones.

A continuación presentamos algunas técnicas de mindfulness infantil para llevar a cabo con los niños desde los tres años de edad:

Meditación guiada "La Ranita"

Se explica a los niños que deben estar quietos y atentos como una rana. La rana puede dar grandes saltos pero a la vez puede estar muy quieta, observando todo lo que pasa a su alrededor. Les ayuda a entender el concepto de que deben respirar con mucha calma y hacerlo como una rana, hinchando su tripa al entrar el aire y deshinchándose al salir. Con este ejercicio de la rana el niño aprende a ser paciente, a relajarse y a estar calmado.

La respiración de la abeja

Ejercicio ideal para tranquilizarse y fijar la atención en su respiración. Consiste en que el niño se tape las orejas con el pulgar y apoye el resto de la mano sobre la cabeza, cerrando los ojos e imitando el zumbido de una abeja.

El juego de silencio

Sentamos a los niños en círculo, cierran los ojos y les preguntamos si pueden conseguir estar en silencio como las montañas o las plantas y flores. Con este ejercicio de mindfulness aprenden a mantenerse tranquilos y atentos durante un tiempo determinado que irá incrementándose sesión a sesión.

Observación de detectives

Es un juego por el cual se quiere conseguir desarrollar la concentración mediante la tranquilidad y el silencio. En este caso en lugar de cerrar los ojos, los niños observan como detectives hasta los detalles más pequeños de algún objeto cotidiano en movimiento como por ejemplo una luz que cambie de colores, un reloj, una vela, etc.

Mantras para niños

Un mantra es un sonido compuesto por fonemas, sílabas, palabras o frases que se repiten una y otra vez y que se considera que tiene poderes tanto psicológicos como espirituales. Los mantras en los niños se utilizan como una herramienta para alejar a la mente de todo tipo de pensamientos, ayudando a mejorar su atención y concentración, proporcionando un estado de calma. Además, los mantras siempre conllevan mensajes positivos que se almacenan en el subconsciente. Algunos mantras que nuestros hijos pueden repetir son por ejemplo: quiero a mis amigos del colegio, es bueno pedir perdón, me quiero mucho, tengo que cuidar el planeta, etc.

El sonido del silencio

Con esta actividad intentamos escuchar el sonido de un instrumento hasta que deje de sonar, estando para ello atentos y en silencio. Cuando ya no oigan ninguna vibración, los niños levantarán la mano.

Círculo de la atención

Se les muestra un material que tienen que ir pasándose unos a otros con mucho cuidado y atención. Para ello se puede usar por ejemplo una campana que no debe sonar, o vasos de agua llenos, etc.

Te veo

Los niños se sientan por parejas uno frente al otro y tienen que mirarse a los ojos sin perder el contacto visual. Mediante este juego se desarrolla la empatía y se crean vínculos afectivos.

¿Qué falta?

Es un juego en el que se desarrolla la observación y la memoria. Se enseñan diez objetos y se dan diez segundos para mirarlos todos y retenerlos en la memoria. A continuación los niños se tapan los ojos y quitamos dos objetos. Ahora tienen que tratar de adivinar cuáles son los que faltan.

¿Qué suena?

Ejercicio igual que el anterior pero en lugar de trabajar con la vista, se trabaja con el sentido del oído. Escuchan varios instrumentos u objetos que suenen. Les pedimos que cierren los ojos y que identifiquen el sonido.

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